Están hartos de esta aplicación que consideran fraudulenta y de "la pasividad que muestran las administraciones públicas". El sector del taxi ha movido ficha contra su particular bestia negra y, tras esperar en vano a que el Gobierno tomase medidas contundentes ante la implantación en España de la plataforma móvil Uber, que conecta a usuarios con conductores particulares no profesionales, ha decidido convocar una huelga.
La Asociación Gremial de Auto Taxi y la Federación Profesional del Taxi han convocado a los taxistas de Madrid a un paro de 24 horas desde las 06.00 del próximo día 11 a las 06.00 del día 12 contra lo que califican como un "intrusismo" en su actividad laboral. Pero no son los únicos. Esta huelga coincide con la manifestación que han convocado en toda España las organizaciones nacionales del taxi Fedetaxi, Unalt, CTE y Uniatramc.
La Gremial y la Profesional han asegurado en un comunicado conjunto que este tipo de plataformas que ponen en contacto a particulares para la realización de trayectos en vehículos privados llevándose un dinero por ello, "van en contra de lo que establece la legislación española en materia de transportes terrestres en automóviles de turismo y ponen en grave riesgo a los usuarios al carecer de las autorizaciones y los seguros correspondientes, así como los requisitos que establece la propia ley para prestar un servicio de transporte de viajeros".
Se quejan además de que realizan una actividad remunerada que se lleva a cabo en la sombra y por la que no se paga impuestos, y dicen que no ofrece ninguna garantía a los clientes.
En todo el país el sector del taxi ha pedido en reiteradas ocasiones al Ejecutivo que prohíba aplicaciones como Uber, pero en todas ellas ha obtenido hasta ahora la callada por respuesta. Solo tras el anuncio de esta huelga el Ministerio de Fomento ha advertido que estos servicios de coches compartidos incurren en una "infracción muy grave" que puede conllevar multas de entre 401 y 600 euros. En un comunicado, el Departamento que dirige Ana Pastor indica que estas multas están fijadas en la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (LOTT).
En Europa de momento no se ponen de acuerdo. La vicepresidenta de la Comisión Europea (CE) y responsable de la Agenda Digital, Neelie Kroes, hizo unas polémicas declaraciones después de que Uber fuese prohibido en Bruselas, en las que aseguró que estaba "indignada por la decisión" y consideró que no era un intento de "proteger o ayudar a los pasajeros, sino a un cártel de taxis". La CE de momento se ha mostrado contraria a prohibir este servicio.
Uber responde a la huelga de los taxistas
Tras conceder una entrevista a Teknautas para aclarar su postura, Pierre-Dimitri Gore-Coty, mánager de Uber para Europa Occidental y del Norte, también ha querido ofrecer su versión de los hechos tras la noticia de la huelga de taxistas: "La respuesta del sector del taxi, un sector acostumbrado a actuar en un contexto protegido, es enormemente irónica ya que muestra una posición interesada y una visión borrosa del sector del transporte donde el único perjudicado es el consumidor. En lugar de protestar contra el cambio, deberíamos centrarnos en un futuro donde reine la innovación, la adaptación y la flexibilidad".
La respuesta del sector del taxi, un sector acostumbrado a actuar en un contexto protegido, es enormemente irónica ya que muestra una posición interesada y una visión borrosa del sector del transporte"La llegada de UberPOP a Barcelona ha recibido una excelente acogida por parte de los usuarios y hemos respondido a la demanda que había produciendo una solución innovadora que ofrece rapidez, seguridad y confianza con un simpleclick".
"Los servicios de transporte que ofrecemos están regulados por estatutos que fueron inventados antes de la aparición de los smartphones y las aplicaciones. De cualquier forma, estamos abiertos a un diálogo con las autoridades y los reguladores para encontrar una solución a favor de la demanda del consumidor", ha añadido.
Según el sector del taxi el servicio UberPOP es un fraude laboral y tributario al tratarse de personas sin alta en la Seguridad Social como autónomos y sin estar sujetos a licencia fiscal, ni contribuir a las arcas del Estado, ni pagar IVA o retenciones. Algunos abogados sin embargo no lo ven tan claro.
¿Un problema de los particulares o de Uber?
Para el abogado Carlos Sánchez Almeida, "ante la actual situación de crisis están surgiendo muchas alternativas de colaboración entre ciudadanos que son absolutamente legítimas. Cualquiera se puede organizar para minimizar gastos. No hay economía sumergida en la medida en que no es una actividad económica orientada al lucro, ya que estos usuarios solo comparten gastos".
"Viene a ser lo mismo que lo que sucede con las páginas de enlace o P2P. Estas webs lo único que hacen es establecer un canal mediante el cual los usuarios se ponen de acuerdo".
"Si existiese actividad económica, sí tendrían que pagar sus impuestos correspondientes y someterse a la normativa sobre transportes de viajeros. Pero no hay que olvidar que un usuario particular está en su derecho de quedar con amigos o desconocidos y compartir gastos. Lo único que tiene que hacer es tener al día el seguro del coche", ha concluido.
Pablo Romá, del despacho de abogados Romá Bohorques, ha aclarado que "para que haya actividad económica tiene que haber una ordenación de recursos humanos y/o materiales. Y en este caso estamos en una zona bastante gris".
De cualquier forma el portavoz comunitario de la Agenda Digital, Ryan Heath ya aclaró al respecto que "nadie dice que los conductores de Uber no deban pagar impuestos y respetar las normas y proteger a los consumidores. Pero otra cosa esprohibir la aplicación".
De momento Uber, que opera en 128 ciudades y en 37 países, parece ajena a este conflicto. La compañía que originalmente comenzó como un servicio de lujo acaba de recaudar la escalofriante cifra de 1.200 millones de dólares (880 millones de euros) a partir de fondos de inversión y otros inversores en una ronda de financiación. Tras esta recaudación se estima que el valor de la plataforma es de 18.200 millones de dólares (unos 13.300 millones de euros), una de las valoraciones más altas de la historia para una empresa de Silicon Valley.