Plan contra el colapso de taxis en Atocha

A partir del domingo, la nueva estación de los AVE contará con un nuevo espacio para taxis, inspirado en el de la terminal T-4


SARA MEDIALDEA / MADRID
Día 14/12/2010 comentarios La llegada del AVE a Valencia, este domingo, supone el estreno de la nueva estación de Atocha —con una primera ampliación ya terminada— y el inicio de una carrera que convertirá esta infraestructura en una de las más concurridas de Europa. Los cientos de miles de viajeros que pasan cada día por ella —procedentes de trenes de larga distancia, cercanías o Metro— se multiplicarán exponencialmente, y en 2025 alcanzará los 36 millones de viajeros. Para evitar colapsos en las salidas por el aumento de viajeros, se han pensado varias soluciones, entre ellas una nueva zona intermodal para autobuses y un nuevo espacio para los taxis.
En los últimos meses, los colectivos del taxi se han quejado a menudo de las pésimas condiciones en que ejercían su trabajo en la estación, sin apenas espacios para parar y con problemas de movilidad en la zona. Las obras llevaron a adoptar una solución provisional, que fue crear una bolsa de taxis en la plaza del Embarcadero.
Pero el estreno de la nueva Atocha, cuna de los AVEs, merecía algo más. El administrador de infraestructuras ferroviarias (ADIF), responsable de la ampliación, y el área de Movilidad del Ayuntamiento madrileño, se han coordinado para poner en marcha una solución: un área intermodal que incluirá una nueva bolsa de taxis, y que se situará junto a la zona de Cercanías, y contará con tres carriles de parada.
Menos cruces peatonales
En este mismo lugar, donde ahora están las dársenas de la EMT, se abrirán espacios para más autobuses. Y además, está previsto reducir los cruces peatonales, concentrando las zonas de tránsito peatonal —que previsiblemente será mayor— y evitando que dificulte la circulación interna de autobuses y taxis.
La nueva bolsa de taxis, junto a Cercanías, según explicaron fuentes del área de Movilidad que dirige el concejal Pedro Calvo, «sigue el mismo modelo que hemos aplicado en la T-4, donde paran casi 4.000 vehículos cada día con una rotación rápida».
El objetivo de la reforma es que desde este área intermodal, todos los viajeros que lleguen —y que se van a multiplicar a medida que vayan entrando en funcionamiento las nuevas líneas de AVE— tengan la posibilidad de elegir una vía de salida hacia la ciudad, preferiblemente mediante transporte público: Metro, autobús o taxi.
Semáforos y señales
Dentro de la estación, también se intenta mejorar la movilidad, mediante una nueva regulación semafórica. Y el Ayuntamiento ha cuidado que las salidas para incorporarse al tráfico madrileño sean lo más ágiles posibles, «modificando semáforos, señalización y pasos de cebra», tanto hacia Méndez Álvaro como al paseo de las Delicias, explican fuentes de Movilidad.
Todo este diseño responde a los estudios de movilidad que se han realizado para planificar el impacto que va a tener la nueva Atocha en Madrid. De hecho, explicaron en el Ayuntamiento, las simulaciones que se han realizado «llegan hasta la plaza de Castilla», ya que se espera que el incremento de movimientos en torno a la estación se multiplique extraordinariamente a partir de este domingo.

FUENTE: ABC.ES