miércoles, 17 de agosto de 2011
Autobuses más caros que el taxi
El coste por viajero de algunas líneas se sitúa entre los 7,5 y los 10,2 euros, el Búho no pasa de 60 usuarios
Los usuarios del servicio se reducen entre un 30 y un 65% los fines de semana
El informe no tiene ni conclusiones. Son páginas de números abigarrados, de tablas que resumen los datos del transporte en el primer semestre de este año. Las conclusiones casi no hacen falta, las cifras son suficientemente claras: hay líneas que apenas transportan a 4 personas por ruta en determinados días festivos.
Y eso cuesta dinero. El Ayuntamiento paga a TUA, la concesionaria del grupo Alsa City, por kilómetro recorrido y por hora de conductor, según dos complejas fórmulas polinómicas en las que intervienen desde el coste del gasóleo, a la mano de obra de los talleres o el convenio colectivo del transporte. El sistema se introdujo en 2002, en la renovación del contrato, y desde entonces el coste del servicio se ha multiplicado por 12. Ahora, en la actual situación económica, va camino de ser «insostenible», según el concejal de Transporte, Alberto Mortera.
Un ejemplo. La línea 16, una conquista de los vecinos de la falda del Naranco, transportó a 24 viajeros el pasado día 12 de junio en los 6 recorridos que hizo el único minibus que presta el servicio entre Llubrió y la plaza de América. Más aún, de los 24, 20 abonaron el billete sencillo. No tenían bonobús, no eran usuarios habituales.
Los datos figuran en el informe que el equipo de gobierno entregó a la oposición la semana pasada para explicar los motivos por los que pretendía recortar los servicios de transporte urbano los fines de semana y al que ha tenido acceso este periódico.
El documento recoge el número de viajeros y el tipo de billete empleado en toda la red de TUA durante cada día de la primera mitad del año. El ingeniero jefe de Infraestructuras lo resume cifrando la disminución de viajeros los fines de semana entre el 30 y el 65%, según las rutas. En el caso de la línea 16, el lunes siguiente, el 13 de junio, los viajeros pasaron del centenar.
La 6, entre la calle Toreno y Ponteo, y la citada 16, entre la plaza de América y Llubrió, fueron las últimas líneas que en incorporarse a la red en 2007. Eran tiempos, aún, de bonanza. Mortera presumía entonces de que los autobuses urbanos cubrían el 95% de la geografía del concejo y un porcentaje similar de la población y eran el servicio más barato de toda Asturias. Para los usuarios, porque el Ayuntamiento abonó más de 10 millones de euros en 2009, un 71% más que en el precedente ejercicio, el 'récord' hasta la fecha y motivo de la subida del billete de 90 céntimos a un euro en enero de 2010. Este año están presupuestados 8 millones para el transporte. Siguen siendo demasiados para unas arcas municipales exangües.
Costes por viajero
El transporte, en realidad, costará este año unos 16 millones de euros, unos 8 millones los subvenciona el Ayuntamiento y el resto lo pagan los usuarios con sus billetes. Pero la subvención municipal no es para todos igual. Las líneas 1 y 2, con más de 10.000 y casi 16.000 usuarios diarios entre semana, casi se financian solas. Tienen costes por viajero, según el informe, de 1,32 y 1,06 euros. Algunos meses, los viajeros de la línea 2 Lugones-Hospital casi parecen subvencionan al resto de las rutas, con costes por debajo del precio del billete ordinario.
Cerca de esa situación están también las líneas 7 La Florida-La Carisa (más de 6.000 personas la toman los días laborables), con costes de 1,15 euros por viajero, y la línea 12 Parque-Principado-La Carisa, 3.200 viajeros y 1,32 euros.
La otra cara son las líneas 6, 16 y el Búho. Cada viajero que toma el coche de línea entre Ponteo y la Plaza de América le cuesta al Ayuntamiento 7,5 euros. Entre semana, apenas mueve a 130 viajeros, que se reducen a una cuarta parte los domingos. Cada viajero de la línea 16 cuesta aún más: 10,18 euros.
El Búho, el autobús nocturno de los fines de semanas y las próximas fiestas de San Mateo, cuesta 8,6 euros por usuario y menos mal que tiene poco éxito. Mueve a una treintena de personas las madrugadas de los sábados y al doble, las de los domingos. «Saldría más barato mandarlos a casa en un taxi, que los dejaría a la puerta», bromea un concejal del equipo de gobierno. O no tanto, porque varios municipios de España atienden los servicios en zonas rurales con bono taxis que subvencionan hasta el 80% del coste de la carrera.
La Agencia Valenciana de Movilidad permite solicitarlos por internet. Si se aprueba, se fijan los horarios de acuerdo con los vecinos y el consistorio aporta una ayuda que cubre más de la mitad del coste del servicio. Coruña tiene un sistema similar para la zona rural de su concejo.
La idea ronda por la cabeza del equipo de gobierno, que no acaba de dar el paso. Se murmura como posible solución para los vecinos de Limanes, que acuden a cada Pleno a pedir que llegue el autobús hasta su pueblo. Tal vez, para otras rutas que sirven a núcleos pequeños como la 8 Faro-Latores (260 usuarios entre semana y una tercera parte los domingos) o la 16.
La decisión la tendrá que tomar Alberto Mortera, el mismo concejal que creó algunas de las líneas más deficitarias en 2007. Necesitará, además, consenso con al menos un grupo de la oposición para poder sacar adelante cualquier reforma o recorte del servicio. La oposición frenó primero los recortes, ahora tiene sobre la mesa los datos que los justificaban. La pelota está en su tejado.
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