SEVILLA – El 33% de la flota no trabajará durante las tres semanas centrales de agosto
Bajar la bandera ya no es rentable. Y no los es desde hace muchos años, porque el número de taxis es muy superior al que se necesita. Desde hoy, se pondrá en marcha una nueva iniciativa para tratar de mejorar los beneficios del sector y que reduciría el número de coches durante las próximas tres semanas un 33%. En concreto, 737 taxis de los 2.234 que hay en servicio en Sevilla. Un recorte que no afectará a la vida normal ni a los turistas debido al «bajón que pega agosto en todo», cuenta Fernando Morales, presidente de la Unión Sevillana del Taxi, que recuerda que a lo largo del año el 16% de la flota también sufre estos recortes.
«Esto no es más que un ERE temporal encubierto que pagamos nosotros mismos», asegura medio en broma Morales, que se muestra muy preocupado con la realidad de un negocio que se ha venido abajo pese a estar todo el día detrás del volante. Una jornada de trabajo tiene un coste aproximado de unos 60 euros, que se gastan en combustible, seguros, mantenimiento e impuestos, pero con el número de «servicios» que se dan no se cubren ni de lejos. Llegar a esta cifra supone a muchos pasarse todo el día «de aquí para allá» sin la certeza de poder «al menos ganar lo que cuesta trabajar».
A priori, no hay pensadas nuevas medidas como la que se va a implantar, aunque ya hay fijada una reunión con el nuevo Gobierno municipal para buscar soluciones. Es tal la insuficiencia de los ingreso que la gran mayoría de los taxistas está trabajando «gratis», por lo que la eliminación de un elevado número de licencias será una de las patas en las que se apoye la conversación prevista con el alcalde, Juan Ignacio Zoido, de quien esperan mucho más que de Alfredo Sánchez Monteseirín. Sin embargo, el rescate de licencias por el Ayuntamiento no llegará este año a los mínimos exigidos para dinamizar este negocio. La pretensión es volver a los últimos años de la década de los 70, cuando había unos 1.700 taxis. Una cifra que ha crecido de la mano de la celebración de grandes eventos como el «Mundial de Fútbol de 1.982 y la EXPO 92», recuerda Morales, que concreta que desde entonces se han aprobado unas 400 licencias. Esta reducción es imposible para las arcas municipales. El Instituto del Taxi Sevillano, dependiente de la Delegación de Movilidad, sólo tiene 451.440 euros para el rescate de licencias durante este año. Concretamente, seis a 68.450 euros cada una. Una realidad radicalmente opuesta a la que exigen los taxistas. Desde que mantuvieron los primeros contactos en el año 2000, Morales recalca que el Gobierno socialista «sólo nos ha engañado, porque se nos prometió que se iban a quitar 100, pero se rescataron 67 y la mayoría durante la primera legislatura».
El otro gran frente que tienen abierto es la derogación del Plan Centro. Con la llegada de septiembre, anuncian que el casco histórico será un caos, ya que «todo el mundo va a querer entrar con el coche y con el nuevo curso escolar más». Quieren alternativas porque «no es viable el paso franco de los vehículos», aunque esa puede ser «una medida para peatonalizar luego y decir que soluciona un problema. Eso ya lo hizo Monteseirín», asevera Morales.
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