jueves, 1 de agosto de 2013

Los ‘eurotaxistas’ piden ayudas por recoger discapacitados en sitios distantes

Los conductores creen que el Ayuntamiento de Madrid debe subvencionar este servicio

Los pasajeros que usan estos vehículos adaptados temen quedarse en tierra

El problema es la distancia. A los eurotaxis —monovolúmenes adaptados para personas con discapacidad física— no les salen las cuentas. La norma que regula este servicio público establece que los profesionales pueden iniciar la carrera con cinco euros en el contador al recoger al cliente. El problema es que solo hay unos 100 coches y los pasajeros pueden vivir a muchos kilómetros de distancia. Esto es, al taxista no le sale a cuenta recoger al viajero porque gasta más combustible del que puede cobrar. Ante esta situación, la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (FammaCocemfe Madrid) pide que se cumpla la ordenanza. 
Los taxistas replican que no quieren dejar de dar servicio a nadie, pero que los afectados deben entender su situación.
Según Famma, la actuación del gremio del eurotaxi es “ilícita” y “punible”. Esta organización de ayuda a las personas discapacitadas instó ayer al Ayuntamiento de Madrid para que abra una investigación; aparte de inspeccionar, controlar y sancionar cualquier incumplimiento de la Ordenanza Reguladora del Taxi. Y acusan a aquellos que “han obtenido una licencia administrativa municipal para el desarrollo de esta actividad” y se niegan a hacer el servicio y “cometen atropellos a los derechos de las personas con discapacidad”, explicaron en un comunicado.
La Asociación Eurotaxi por la Movilidad y Accesibilidad (AEMA) alega que el problema es que no tienen garantizado qué distancia máxima tiene que recorrer un vehículo que ha sido avisado por la emisora. "Puede darse el caso de que el taxi se pida desde Navalcarnero y el conductor esté en plaza de Castilla. Y, evidentemente, no podemos cobrar cinco euros porque así no cubrimos los más mínimos gastos”, explica Julián Fernández, secretario de esta asociación.
Desde AEMA, piden comprensión a los discapacitados y que se unan a un frente común contra la Administración para que subvencione más este servicio.

Discapacitados denuncian a Eurotaxi por aplicar tarifas superiores a las establecidas

  • Piden al Ayuntamiento que investiguen una presunta vulneración de derechos
La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad de Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (FAMMA) denuncia que la compañía Eurotaxi ha vulnerado los derechos de varios de sus miembros, con facturas superiores a lo establecido. Así lo ha hecho público este miércoles su presidente, Francisco Javier Font, quien ha remitido las quejas por el servicio de taxis adaptados.
En repetidas denuncias, afirman que en varias ocasiones "el coste de la tarifa ha superado en 100% la tarifa máxima establecida". Según la Ordenanza Reguladora del Taxi, "en los servicios contratados por medios telemáticos, hasta llegar al lugar de recogida del viajero, se cobrará una cuantía máxima de cinco euros".
Destacan la "indefensión" de las personas para demostrar estas estafas, ya que los taxistas ignoran la regulación del sector y no aportan los tickets a los consumidores.
Por eso, la Federación, que agrupa a 46 entidades a favor de las personas con discapacidad, pide ayuda al Ayuntamiento de Madrid.Como parte implicada en tanto que realiza las concesiones administrativas para la prestación del servicio de Eurotaxi, su intervención es fundamental para la comprobación de los hechos denunciados.
Asimismo, solicita a la Dirección General de Control Ambiental, Transportes y Aparcamiento que adopte "las medidas administrativas y sancionadoras pertinentes hacia los responsables".
No es la primera reivindicación de FAMMA con relación al servicio de taxis. Desde 1990, cuando la Comunidad de Madrid dio luz verde a la incorporación de 10 vehículos de taxi adaptado, la federación empezó a proponer mejoras para mejorar el servicio.
Por su parte, desde Eurotaxi aseguran que las medidas establecidas para su funcionamiento no son las adecuadas. El coste máximo de cinco euros supone que los taxistas no puedan cubrir los costes de recoger a los discapacitados.