La Guardia civil a detenido a un vecino de Chiclana, de unos 33 años de edad, como presunto causante de la muerte de un taxista chiclanero conocido popularmente como Pirri, de 43 años de edad.
Los hechos ocurrieron en la noche del martes y la Guardia Civil, cuya brigada judicial se ha hecho cargo de la investigación, considera como principal móvil del homicidio el robo. El hecho de que el detenido también se haya dedicado al sector del taxi anteriormente hizo pensar en alguna rencilla interna, alguna venganza personal, pero posteriormente se ha sabido que el presunto homicida fue expulsado del gremio hace ya dos años por sus presuntos devaneos con las drogas y su carácter conflictivo. Esa dependencia podría haberle inducido a cometer algún robo. En esta ocasión el blanco de sus ansias de conseguir dinero fue El Pirri, un taxista chiclanero de 43 años, casado y padre de una niña de seis años, que se encontraba realizando un servicio por el Novo Sancti Petri cuando fue asaltado por esta persona que acabó causándole la muerte.
Aunque la titular del juzgado número 1 de Chiclana, que es quien lleva el caso, ha decretado el secreto del sumario, este medio ha podido saber que el fallecido murió como consecuencia de un gran corte en la garganta, es decir, que fue degollado por su agresor, presuntamente con una navaja que era buscada ayer en las inmediaciones del lugar de los hechos por la Guardia Civil.
Según parece, después del intento de robo que desencadenó el homicidio del Pirri, el presunto culpable consiguió, no sin esfuerzo, introducir su cadáver en el taxi de este, un Seat Alhambra, y se puso al volante, conduciendo en dirección a la urbanización de Roche, posiblemente con la intención de deshacerse del cadáver en algún paraje recóndito. Sin embargo, con lo que no contaba era con la presencia de una patrulla de la Guardia Civil, que se extrañó de la presencia de un taxi por los alrededores a esas horas. También les llamó la atención la forma, excesivamente conservadora, de conducir de esta persona, como no queriendo levantar sospechas, por lo que decidieron darle el alto. Los agentes de la Benemérita le hicieron salir del coche, y ante su nerviosismo, comenzaron a realizar una inspección más a fondo del vehículo. Al dar la vuelta, comprobaron que en el maletero había rastros de sangre, posiblemente del presunto homicida en su esfuerzo por intentar meter al Pirri en el coche. Fue ahí cuando abrieron el maletero del taxi y se encontraron con el cuerpo sin vida del taxista, con un gran corte en la garganta por donde se le había escapado la vida.
Inmediatamente, los agentes procedieron a detener al sospechoso y activaron el protocolo consiguiente, haciéndose cargo del dispositivo el capitán de la 4ª compañía de la Guardia Civil de Vejer.
La zona donde se le dio el alto a esta persona y se produjo el macabro hallazgo está cercana al hotel Barceló Sancti Petri, a unos 300 metros, en dirección a Roche, concretamente en un carril denominado Pista Nueva y que conduce hacia la playa.
A eso de las cinco de la mañana se dio aviso a la jueza, aunque teniendo en cuenta que iba a ser necesaria la instalación de focos para empezar a inspeccionar el escenario del crimen, se decidió esperar hasta que amaneciera para realizar el levantamiento del cadáver y que agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, en compañía de la propia jueza, rastrearan la zona en busca de pruebas y pistas que pudieran ayudar en la investigación para esclarecer este crimen injusto y en el que un trabajador perdió la vida mientras intentaba llevar un sueldo a su casa.
El cuerpo del taxista asesinado ha sido conducido al Instituto de Medicina Legal de Cádiz, donde hoy está previsto que se le realice la autopsia, mientras que el presunto homicida permanecía detenido al cierre de esta edición en los calabozos del puesto de la Guardia Civil de Conil, desde donde en las próximas horas se le trasladará hasta el juzgado número 1 de Chiclana para que preste su declaración ante la jueza que lleva el caso. Una vez que esto ocurra será, con total seguridad, llevado a prisión, donde esperará que se celebre su juicio.
El hecho ha causado una gran conmoción en toda la comarca de La Janda, sobre todo en Chiclana, de donde eran originarios la víctima y el presunto agresor.
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