TORONTO (Reuters) - Antes de ponerse al volante después de una noche de copas, un conductor puede probar el nivel de alcohol en sangre con nuevas aplicaciones que no sólo dan una lectura al usuario, sino que también pueden llamar a un taxi.
El Breathometer, para el iPhone y teléfonos con Android, y el BACtrack, para el iPhone, muestran el nivel de alcohol en sangre de un usuario en unos segundos a través de un alcoholímetro conectado al smartphone.
"La gente piensa 'oh, pero si voy a la vuelta de la esquina', y no es hasta que se les para cuando se dan cuenta de que han superado el límite", dijo Charles Michael Yim, presidente de Breathometer, con sede en Burlingame, California.
Sólo en Estados Unidos, más de 1,2 millones de personas fueron arrestadas en 2011 por conducir bajo los efectos del alcohol, según datos de la Oficina Federal de Investigación (FBI).
Yim dijo que el fin de la compañía era impedir que la gente condujera borracha al mostrarles los niveles de alcohol, lo que permitiría a los conductores tomar la decisión correcta.
El Breathometer se conecta a la toma de los auriculares del teléfono, y el usuario sopla en el dispositivo. El BACtrack se conecta con el iPhone a través del Bluetooth. Ambos aparatos pueden detectar niveles de alcohol en sangre con una precisión del 0,01 por ciento, según las compañías.
Los alcoholímetros se han usado desde los años 50. Al ligarlos a los smartphones y hacerlos más pequeños y económicos, más personas podrán tener acceso a ellos, dijo Yim.
"Estamos llegando a un público completamente diferente que nunca antes habrían considerado comprarse uno", dijo.
El alcoholímetro de Breathometer es del tamaño de la llave de un coche y entra en un bolsillo o en un llavero. La app puede detectar la localización del usuario por GPS, pedir un taxi si el usuario no puede llevar el coche y estima el tiempo que necesita el usuario para volver a estar sobrio.
"Comprobar tus niveles de alcohol puede ayudarte a ser más consciente del cuerpo. Si das un 0,02 o un 0,04 por ciento, puedes pensar "Será mejor que dejes de beber'", dijo Yim.
El Breathometer da una lectura una vez que el usuario ha soplado en el alcoholímetro. Un sensor de etanol acoplado al dispositivo detecta el alcohol en el aliento y lo convierte en una señal que procesa la aplicación.
La aplicación, que cuesta 49 dólares, se comercializará en todo el mundo en octubre en Internet y en las tiendas al mes siguiente.
BACtrack, fundada en 2001, fue la primera firma que obtuvo el visto bueno de las autoridades estadounidenses para vender alcoholímetros para uso personal. Su alcoholímetro, que incluye una boquilla, cuesta 150 dólares.
La aplicación también registra los hábitos del usuario en un gráfico, y puede estimar cuando el nivel de alcohol en sangre del usuario vuelve a cero. Los usuarios pueden compartir también sus registros a través de mensajes de texto, Facebook o Twitter.
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