Seis taxistas persiguen al ladrón de un vehículo 90 kilómetros

Un joven robó el taxi en Benidorm tras empujar al conductor y huyó por la AP-7, pero fue interceptado en Llaurí por la Guardia Civil 

Seis taxistas persiguieron desde Benidorm hasta Llaurí, cerca de 90 kilómetros, a un joven que robó un taxi tras empujar al conductor del transporte público y luego intentó llegar con el vehículo a Valencia. El individuo fue interceptado por la Guardia Civil de Tráfico en el kilómetro 555 de la autopista AP-7 en el término de Llaurí.

Los hechos se iniciaron sobre las 2.15 horas de la madrugada del sábado al domingo. Un joven de 22 años paró un taxi junto a la estación de autobuses de Benidorm. Antonio López Mesas, de 49 años, conducía el vehículo de transporte público. «Parecía un chico normal. Cogí su maleta y abrí el maletero para meterla, pero no me dio tiempo. Me pegó un fuerte empujón y caí al suelo», explica la víctima. El joven subió entonces al taxi, que tenía el motor en marcha, y huyó en dirección a Valencia.

Tras llamar al 091 para denunciar el robo e informar también de los hechos a Radio Taxi Benidorm, unos 20 compañeros de Antonio acudieron en su auxilio y decidieron perseguir en dos coches al ladrón. «No hay un sector tan solidario como el nuestro cuando roban a un taxista», afirma con orgullo la víctima. Los seis perseguidores, entre los que se encontraba Antonio, fueron informados del itinerario de la huida a través del sistema de localización GPS de Radio Taxi Benidorm.

La valiosa información, que fue compartida también con la Policía Nacional y la Guardia Civil, posibilitó la detención del joven en el punto kilométrico 555 de la AP-7. Allí le esperaba la Guardia Civil de Tráfico de Gandia. Los agentes cruzaron el coche patrulla en la autopista y ordenaron al conductor que se detuviera. El joven obedeció y manifestó a los agentes que había robado el taxi para reunirse con su madre lo antes posible en Valencia. Estaba preocupado por ella, según dijo, porque habían caído meteoritos en Francia. Los guardias civiles se quedaron perplejos al comprobar que se trataba de un enfermo mental. Poco minutos después llegaron los seis taxistas, que también mostraron su sorpresa al conocer las explicaciones del joven.