DGT Campaña camiones y furgonetas
Empujado por una drástica reducción de la carga de trabajo, por el incremento de los impuestos y por el encarecimiento de los carburantes, el transporte de mercancías ha resultado especialmente dañado por la crisis: hasta 20.000 empresas y más de 38.000 autónomos han echado el cierre al negocio en España desde 2008.
Pero ni esa selección natural parece haber rebajado la presión sobre el sector. No si para medirla se utilizan las sanciones impuestas a estos profesionales durante la última campaña de control de camiones y furgonetas llevada a cabo por Tráfico.
Campaña DGT camiones y furgonetas
En total, la Guardia Civil controló 27.782 vehículos y denunció a uno de cada cuatro conductores (7.122); algunos por más de un motivo, por lo que las sanciones impuestas llegaron a las 9.170.
Pues bien, cuatro de cada 10 (3.686) estaban relacionadas con las prisas y el exceso de trabajo, dos comportamientos traducidos en varios tipos de infracciones.
Por ejemplo, no respetar los tiempos de conducción y de descanso establecidos dio lugar a 1.526 denuncias, siendo el grupo más numeroso. Además, circular a una velocidad excesiva acarreó otras 1.168 sanciones. Y, para que no quedase rastro de lo uno ni de lo otro, en 992 vehículos el tacógrafo tenía algún tipo de defecto o manipulación.
Destaca, además, que 457 personas (entre conductores y ocupantes) viajasen sin llevar puesto el cinturón de seguridad; o que 70 profesionales fueran denunciados por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas.
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Lo grave es que esta situación corre en paralelo con el otro gran efecto indeseable que ha traído la crisis: el bestial envejecimiento del parque de vehículos. Por ejemplo, según datos del Race y de la Comunidad de Madrid, más del 60% de las furgonetas (casi 1,4 millones) que se mueven por España rebasan los 10 años y una de cada cuatro (550.000), los 20.
En el caso de los camiones, la consultora IPC Research estima que el porcentaje de ellos que superaban los 10 años se ha disparado desde el 49,2% de 2007 al 72,9% contabilizado en 2012.
A todo esto hay que añadir que el peso, la carga, el mayor centro de gravedad y la menor presencia de dispositivos de seguridad los convierten en vehículos mucho más delicados de conducir y controlar a alta velocidad.
El resultado final aparece en las estadísticas de tráfico: el índice de letalidad de los usuarios de estos vehículos en caso de accidente en carretera sólo es superado por el de los peatones. E incluso está por encima (5,2 frente a 3,4 ) si se toman únicamente los camiones de más de 3,5 toneladas.
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