Tel Aviv – “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión”. Con esta frase memorable muchos cinéfilos evocarán enseguida la inolvidable Blade Runner (Ridley Scott, 1982), basada en la novela de Philip K. Dick, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
Una cinta cuya trama se desarrolla en un Los Ángeles del futuro, donde miles de vehículos voladores surcan un transitadísimo cielo urbano. Un horizonte a priori de ciencia ficción, pero que podría resultar más cercano de lo que se piensa. Precisamente, la superpoblada ciudad norteamericana es una de las candidatas que barajan los ingenieros de la NASA para implantar en unos años un revolucionario sistema de taxis voladores, que desarrolla la agencia junto a la empresa norteamericana SkyTran. Y no sólo en Los Ángeles, también en otras ciudades de tráfico imposible como México D.F. y Bombay.
El revolucionario sistema consiste en vehículos de 1 ó 2 plazas que se desplazarán por levitación magnética -tecnología que ya funciona en el tren Transmed de Shangai (China) o en la línea Linimo de Japón- gracias a un sistema de raíles instalados a no menos de 7 metros del suelo y que podrán alcanzar una velocidad de hasta 150 kilómetros por hora. “Volarán literalmente por encima del tráfico, sin que les afecten los semáforos o los típicos retrasos de una línea convencional”, explica a El Confidencial Jerry Sanders, presidente de Skytran, desde su oficina en la planta 40 de uno de los rascacielos que forman el complejo Azrieli de Tel Aviv.
Volarán literalmente por encima del tráfico, sin que les afecten los semáforos o los típicos retrasos de una línea convencional, explica Jerry Sanders, presidente de Skytran
Será en la ciudad israelí donde se construya el primer tramo de vía de unos 6 kilómetros, en lo que parece una apuesta personal del actual alcalde de la ciudad, Ron Huldai y también institucional por parte del Gobierno de Israel. “Desde todos los ministerios implicados se nos dieron todas las facilidades necesarias en lo burocrático para que nos decidiéramos a lanzar aquí nuestra primera línea”, afirma Sanders.
Será en la ciudad israelí donde se construya el primer tramo de vía de unos 6 kilómetros, en lo que parece una apuesta personal del actual alcalde de la ciudad, Ron Huldai y también institucional por parte del Gobierno de Israel. “Desde todos los ministerios implicados se nos dieron todas las facilidades necesarias en lo burocrático para que nos decidiéramos a lanzar aquí nuestra primera línea”, afirma Sanders.
Tres millones de euros por kilómetro de vía
La pregunta de la financiación es inevitable y más cuando cada kilómetro de vía costará alrededor de 3 millones de euros, cantidad inasumible para algunos ayuntamientos de ciudades candidatas. “Nosotros, a través de créditos bancarios, asumiríamos el coste del establecimiento de las líneas. Ningún Gobierno tendría que correr con los gastos, ni siquiera subvencionarlo”, explica Sanders. Según él, este sistema de taxis voladores es revolucionario porque es mucho más barato, dado que supone una décima parte del presupuesto necesario para poner en marcha un sistema de transporte convencional como el tranvía.
Un sistema, dicen sus creadores, que cambiará el panorama actual del transporte público mundial, pero del que tampoco está muy claro cómo podría funcionar desde el punto de vista urbanístico. “¿Qué pasa con el vecino de un tercer piso que no quiera despertarse con una cápsula voladora pasando cerca de su ventana?”, preguntamos. Para Sanders esa es una cuestión que tienen que resolver los ayuntamientos. Puntualiza: “Igual que ahora escuchamos un autobús que hace ruido debajo de casa o un tren que pasa cerca, veremos un raíl completamente silencioso y ecológico. Con el tiempo formará parte del paisaje de las ciudades”.
El proyecto inicial prevé que cada cápsula funcione primero con electricidad, pero sus diseñadores confían en poder sustituir esta energía por paneles solares adheridos a las vías. Además, para no entorpecer la subida o bajada de viajeros -habrá una parada cada 400 metros- se construirán andenes secundarios paralelos con objeto de que los taxis que necesiten frenar no obstaculicen el tráfico de los que vienen detrás.
No es ciencia ficción, aseguran los promotores de este novedoso sistema. “Dentro de no muchos años será posible llamar desde tu móvil a un taxi para que te recoja en tu casa y te lleve en tiempo récord, sin empujones ni retrasos, a la puerta de tu oficina”, concluye Sanders.
El tiempo dirá si lo que hoy permanece en el imaginario colectivo se convierte en realidad o si, como decía Rick Deckard (Harrison Ford) en Blade Runner, las máquinas “son un beneficio o un peligro”.
Las superpobladas ciudades del futuro
En 2050, el 70% de la población mundial vivirá en ciudades superpobladas. Según el último estudio de la ONU, Proyecciones de la Población Mundial, revisión de 2012, publicado el pasado mes de junio, los actuales 7.000 millones de habitantes que viven en el planeta se convertirán, en menos de 40 años, en casi 10.000. Una cifra que hoy parece aún lejana, pero que preocupa ya a los gobiernos de países como Estados Unidos, México, Japón o la India, estados que albergan algunas de las ciudades más masificadas del globo.
En este contexto sociólogos, ingenieros o medioambientalistas coinciden en una cosa: el uso eficiente de la energía y el desarrollo de la tecnología jugarán un papel clave para que estas ciudades del futuro sean habitables. La reducción drástica del tráfico y la contaminación que genera serán imprescindibles para garantizar la habitabilidad de unas urbes cada vez más masificadas.
Algunas ciudades ya trabajan en ello. Singapur, por ejemplo, es líder en infraestructura urbana inteligente. Ámsterdam trabaja desde hace un lustro para atraer a su territorio a las empresas punteras en I+D. También destaca el barrio sostenible de Hammarby Sjostad, en Estocolmo, puntero en la integración de energía, agua y espacios verdes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario