miércoles, 5 de marzo de 2014

Competencia amarilla contra los autobuses rojos de dos pisos

  • Una compañía sortea la exclusividad que impone la concesión del servicio turístico

  • Alega que lleva a los viajeros de compras a un 'outlet' situado en otro municipio

Autobús amarillo que comenzó a circular el pasado mes de julio.
Autobús amarillo que comenzó a circular el pasado mes de julio.

Desde hace nueve meses un 'clon' del autobús turístico descapotable autorizado por el Ayuntamiento de Madrid, pero de color amarillo en vez de rojo, circula por las calles de la ciudad con viajeros de cámara fotográfica al cuello a bordo.
Como su ruta se supone que incluye la visita a un 'outlet' en San Sebastián de los Reyes, puede sortear la exclusividad que impone la concesión municipal y ofrecer un servicio similar al del oficial con unas tarifas sensiblemente más asequibles.
Al tratarse de una línea «interurbana» que va «desde la capital hasta el extrarradio», a quien le corresponde supervisar su actividad es a la Dirección General de Transportes, dependiente Gobierno regional. Los técnicos de este organismo han puesto a la compañía que lo opera «varias sanciones, que aún no son firmes», por un importe total de 13.000 euros.
«Su actividad supone que recogen a los turistas en Madrid, pueden pararse a hacer fotos en algunos puntos de la ciudad, pero siempre tienen como objetivo llegar al centro comercial», explica un portavoz del Ejecutivo autonómico. Sin embargo, añade, «se ha comprobado que no llegan al 'outlet' y que actúan como un autobús turístico» y, por tanto, que hacen competencia desleal al ganador del concurso.
Empresa concesionaria del servicio municipal. 
En la empresa que gestiona la ruta amarilla, Bus Visión, argumentan que «no es lo mismo que los viajeros suban y bajen por su cuenta que una vista con un guía y varias paradas». «En su día se solicitaron y obtuvieron las autorizaciones, aunque no de manera expresa, pues la Comunidad de Madrid no dictó resolución en el plazo legalmente previsto, por lo que, conforme a la normativa, estábamos habilitados para iniciar la actividad», afirma Rafael Jiménez, portavoz de la compañía.

Inspecciones

A su juicio, «con el objetivo de salvaguardar el interés monopolista» del Ayuntamiento de Madrid y de los concesionarios del servicio, los técnicos de Transportes se dedican a realizar «inspecciones desproporcionadas», en las que «se somete a identificación e interrogatorios a los turistas». «Hasta la fecha se han incoado tres expedientes sancionadores que se encuentran en proceso de recurso, a nuestro juicio sin ninguna consistencia, y con la probable finalidad de molestar y de obligarnos a parar», asegura.
Según figura en la página web de Bus Visión, el recorrido por la ciudad dura alrededor de dos horas y media a las que se suman otras «dos horas aproximadamente de la visita al centro comercial». No obstante, los turistas pueden bajarse antes y, de hecho, según reconocen en la compañía, muchos de ellos no llegan al 'outlet', por lo que están planteándose cambiar el de San Sebastián de los Reyes por otro «más cerca», en Pozuelo.
Procedimiento
En la Comunidad de Madrid argumentan que para poder actuar contra esta compañía en primer lugar «las sanciones tendrían que ser firmes» y que «existiera reiteración». «Sólo en ese caso la Dirección General de Transportes podría iniciar el procedimiento correspondiente», afirma un portavoz.
La empresa ganadora el concurso municipal, Madrid City Tour, la de los vehículos rojos, prefiere no entrar en el debate. «Se han puesto estos hechos en conocimiento del Ayuntamiento de Madrid, que entendemos que es quien tiene que tomar las medidas oportunas», zanjan.
En el Palacio de Cibeles, sin embargo, prefirieron no hacer ayer declaraciones al respecto.
El contrato para operar el bus turístico de la capital se firmó en 2011 por un periodo de 10 años. A cambio de la gestión del servicio en exclusiva, la UTE formada por Julià Travel, Automóviles Luarca y Transportes Bacoma tiene que abonar al Consistorio un canon fijo de más de tres millones de euros y un porcentaje de los 'tickets' vendidos.

El canon, el IPC y los presupuestos

Ni los presupuestos del Ayuntamiento de Madrid 2012, ni los de 2013, ni los de 2014 reflejan el cumplimiento del contrato con la UTE que gestiona el autobús turístico. En él figura que el canon anual fijo que las empresas deben ingresar en las arcas municipales (3.003.000euros) tiene que actualizarse cada año con el IPC del ejercicio anterior. «Lo que ha debido dar lugar al error es que el canon se paga por adelantado y el IPC se regulariza después cuando sale el oficial y ya se ha facturado el canon variable», argumentan en el Consistorio mostrando una factura con el cobro. A Patricia García, portavoz de UPyD en la Comisión de Las Artes y Turismo, no le convencen estas explicaciones. «No sabemos si esta falta de actualización del canon fijo, que está en el contrato, es simplemente un despiste, grave, del Ayuntamiento, o una decisión consciente, que merecería una explicación clara. Hablamos de más de 200.000 euros que Madrid ha dejado de ingresar: evidentemente, no es una cifra que arregle la deuda del Consistorio, pero cabe preguntarse si es un caso aislado: ¿cuánto nos cuestan estas ineficiencias del Ayuntamiento?».

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