El madrileño sufre 33 horas de atascos al año pese a que el tráfico dentro de la M-40 se redujo un 7,14% desde 2011, principalmente por culpa de la crisis.
Los expertos proponen flexibilizar los horarios laborales, prioridades de acceso y salida en 'cremallera' y más carriles
Imagen de uno de los atascos habituales de la A-1 a la entrada al nudo de Manoteras. JAVIER BARBANCHO
A nada que llueva y haya tres o cuatro colisiones en las autovías de la región -algo nada excepcional: hay un alcance entre vehículos cada dos minutos-, se forma un atasco monumental. Es en esos días cuando uno tarda el doble (o el triple) en llegar a trabajar, busca el resquicio por el que ganar unos metros (perjudicando, muchas veces, la circulación) y se resigna cuando escucha por la radio que hay más de 100 kilómetros de retenciones. Y al final asume su destino. No queda otra.
Pese a que la crisis ha hecho que disminuya el tráfico en el interior de la M-40 un 7,14% desde 2011, según Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Madrid sigue siendo la región más congestionada de España. De hecho, cada madrileño tiene que aguantar 33 horas de atasco al año, según el estudio de 2012 del Medidor INRIX del Tráfico. Madrid ocupa el puesto 38 a nivel europeo (Barcelona le sigue de cerca con 31 horas).
Dentro del anillo de la M-40, incluida la vía de circunvalación, el año pasado circularon 2.217.692 vehículos
Los epicentros de los atascos son casi siempre en los mismos tramos, pero ¿por qué se montan?, ¿cómo se podrían solucionar? «Los atascos se generan por dos factores. El primero, un problema de las infraestructuras, que no responden a las demandas de tráfico y, luego, otro factor más social: que todo el mundo entra a trabajar a las 8-9 de la mañana y sale a las seis», explica Tomás Santacecilia, director de Seguridad Vial delRACE. «Cuando el atasco es recurrente es que hay un problema de capacidad», precisa Elena de la Peña, subdirectora de laAsociación Española de la Carretera (AEC).
Dentro del anillo de la M-40, incluida la vía de circunvalación, el año pasado circularon 2.217.692 vehículos (171.000 menos que en 2011). En su mayoría coinciden a las mismas horas punta, lo que ocasiona, obviamente, retenciones. La aglomeración de polígonos industriales o centros comerciales, o la cercanía de salidas y entradas en el mismo lado de la vía son culpables de muchos de estos atascos, identificados desde hace años por la DGT, que pone el foco sobre los diez peores.
Siguiendo la aguja del reloj, empezamos por la A-1. Por la mañana, en los accesos a la vía, entre San Sebastián de los Reyes y Alcobendas, se empieza a formar el atasco, provocado por el zigzagueo de coches que buscan los tramos de salida hacia las zonas de oficinas. Tras el desvío de la M-40, se libera un poco, pero, al inicio de la Cuesta de los Dominicos, vuelta a empezar hasta el nudo de Manoteras. En sentido vuelta pasa lo mismo, multiplicado por la entrada a los centros comerciales.
Prioridad de paso en cremallera
¿Qué solución hay? Mario Arnaldo, presidente de la AEA, tiene una, que podría usarse en más puntos: «En la salida 19, por ejemplo, la gente que quiere salir se coloca a la derecha y llega un momento en que la cola es tan larga, a veces de un kilómetro, que no se aprovecha la capacidad de la carretera. Tendría que ponerse la prioridad de paso en cremallera» en el carril contiguo. La prioridad en cremallera, normativa que ya funciona con éxito en Francia, consiste en la«alternancia obligatoria en el paso de vehículos de uno y otro carril». Una suerte de carril anexo de salida-entrada.
«A la A-2 le vendría bien un carril para el transporte público, un Bus-VAO», asegura la subdirectora de AEC.
Sigamos con el atasco. Según la DGT, en la A-2 son habituales al menos cuatro kilómetros entre Torrejón de Ardoz y San Fernando. «Hay mucha densidad de población y muchos polígonos; a la A-2 le vendría bien un carril para el transporte público, un Bus-VAO; en época de crisis quizá no hacefalta una nueva A-1 o A-2, pero sí un carril más, aunque no es nada sencillo porque hay que expropiar», asegura la subdirectora de AEC.
Los atascos en la A-3 a la altura de Santa Eugenia se producen a diario, al igual que en la A-4 a su paso por Pinto. Su causa: la entrada y salida a los polígonos. En esta última vía, la solución es complicada. El RACE tiene un estudio al respecto: «Si fomentásemos más compartir el coche o el transporte público se reducirían un 10% los vehículos en la A-4, unos 6.250 menos; eso ahorraría mil toneladas de CO2». Una solución trasladable al resto de Madrid.
Imagen de la salida a la M-40 desde la A-6, donde siempre se forman atascos.SERGIO ENRÍQUEZ
La A-5 también tiene varios puntos conflictivos (Móstoles-Alcorcón y Cuatro Vientos-Campamento). Hablar de la A-6 también es hablar de tener paciencia, como en Las Rozas o La Florida, o, sobre todo, en Majadahonda, donde el atasco se forma siempre en el mismo punto. En la salida hacia la M-40, en el punto kilométrico 11 (descendente), en apenas 400 metros, se juntan los coches que entran desde la Avenida de la Victoria de Majadahonda a la A-6, y los que salen hacia la M-40 por el mismo lado derecho de la carretera. Un atasco seguro. En los dos carriles de aceleración-desaceleración los vehículos se interceptan. «Esto atasca toda la A-6, ¿una solución? Bueno, es un poco carta a los Reyes Magos, porque habría que expropiar, pero lo mejor sería que hubiera más carriles», señala De la Peña.
Los mayores atascos, en los túneles de El Pardo
Los colmenareños desayunan retenciones al acceder a la M-607 por las difíciles salidas, y la M-40 tiene varios puntos intensos, como Hortaleza, y entre Pozuelo y la salida a la carretera de Colmenar. Este tramo se lleva la palma: hasta 12 kilómetros de atascos en los túneles de El Pardo. «El intercambio por cremallera, cuando hay saturación, y se mezclan salidas y entradas, como ocurre aquí, mejoraría el tráfico», recuerda Arnaldo.
Tornemos la vista hacia la capital. Según los medidores del Ayuntamiento, desde 2009 a 2013 se redujo un 20% la entrada de coches: de un millón a 800.000. Los atascos se centran en los accesos, sobre todo en Avenida de América, en obras por el intercambiador.
Si hablamos de salidas, ¿quién no ha sufrido el atasco de Manoteras, que afecta hasta la Castellana? En 300 metros se cruzan los vehículos que vienen de la M-607, Avenida de Ilustración y Castellana y cambian de carril para ir a la M-11, A-1 o M-30. Una difícil chicane. «La solución tiene dos escenarios: de coste alto, que sería un intercambio de carril en distinto nivel», dice Santacecilia, y la de «coste más bajo», donde habría que «estudiar la fluidez» y «generar recorridos alternativos» con «paneles informativos variables».
Hay empresas, como Vodafone, que han consultado al RACE para elaborar un plan es movilidad para su nueva sede
En el RACE dan dos consejos más para evitar atascos: «Una mayor flexibilización del horario laboral», y que las empresas y organismos que cambien de sede hagan «estudios de movilidad» antes y después. Como hizo Vodafone (2.300 empleados), asesorada por el RACE, en su traslado de Fuencarral a Avenida de América.«Construimos otro acceso para descongestionar el tráfico y trazamos un plan de alternativas para llegar en transporte público, coche o a pie», afirma Félix Sanz, mánager de seguridad de Vodafone.
También se flexibilizaron los horarios y se aportaron «herramientas para trabajar» fuera de la sede: «Garantizar la seguridad vial del trabajador es garantizar su salud;lo que es bueno para él es bueno para la empresa».
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