Este articulo es interesante ya que explica la situación del taxi y de las VTC a nivel europeo. Todavía está en duda quien ha hecho estas declaraciones ya que quien se deberia de manifestar es la DG Move de la misma Comisión Europea.
BARCELONA.- La decisión de la Comisión Europea (CE) de no prohibir los servicios de transporte en vehículos compartidos por particulares, como Uber y BlaBlaCar, viene precedida de la polémica en Europa por la competencia desleal que, según las asociaciones de taxistas, representan para su gremio.
Estos servicios de transporte no profesional, que se implantan en distintas ciudades europeas y que ya han sido prohibidos, por ejemplo, en Bruselas, ponen en contacto a particulares y les ofrecen la posibilidad de compartir los gastos de viaje.
En Francia las tensiones entre los taxis tradicionales y los llamados “coches con chófer” (VTC) se acrecentaron en los últimos años y derivaron en una jornada de protesta de los primeros el pasado 10 de febrero con miles de vehículos que participaron en las llamadas “operaciones caracol”, que consisten en circular a velocidad de tortuga para causar atascos kilométricos.
La protesta era una respuesta a que el Consejo de Estado había suspendido cinco días antes un decreto que obligaba a los VTC a esperar 15 minutos entre la reserva efectuada por un cliente y el servicio.
A la vista de la creciente conflictividad que genera la convivencia de los dos tipos de servicios, el Gobierno francés encargó al diputado socialista Thomas Thévenoud un informe sobre la cuestión, presentado el 24 de abril, que servirá de base para elaborar de un proyecto de ley.
Los taxistas se quejan de que desde la irrupción de los VTC (desde 2009 se han registrado 10.000 en Francia) el precio de sus licencias se ha hundido. En concreto, los interesados dicen que ha bajado un 25 % a 190.000 euros de media en París.
Italia vive un momento de tregua después de que hace algunas semanas los taxistas convocaron una huelga que duró cinco días para protestar contra el servicio Uber, que actualmente está activo en Roma.
Los taxistas volvieron al trabajo después de que el Gobierno italiano se comprometiera a afrontar en los próximos días el problema de este servicio, que permite reservar cualquier chófer privado.
Además de los taxis, sólo están regulados en el país el Alquiler de Coches con Conductor (NCC, siglas en italiano), que también están obligados a pagar licencias, pero que según la ley 21/1992, a diferencia de los taxistas, pueden sólo salir desde un lugar fijo para recoger al cliente, pero no circular en espera de una llamada.
Otro sistema que tiene éxito en las principales ciudades italianas es el de “car sharing” (alquiler de coches), que consiste en poder alquilar coches distribuidos en varios puntos de la ciudad para después dejarlos en otros lugares y pagar los kilómetros realizados.
En Alemania existen numerosas páginas web y compañías que dan la posibilidad de compartir automóvil con otras personas con el fin de reducir costes.
Son los propietarios de los automóviles los encargados de establecer el precio del viaje con el resto de viajeros y en algunos casos la página web mediadora recibe una comisión cuyo montante depende del trayecto.
Este es el caso de “mitfahrgelegenheit.de”, el portal más popular en Alemania, que cuenta con más de 5 millones de usuarios que tienen acceso a alrededor de 900.000 ofertas de viaje, aunque también existen también otros como “mitfahrzentrale.de” o “blablacar.de”.
En Portugal, el servicio más conocido de “taxis alternativos” es el de la página web www.deboleia.com, una plataforma en la que se anuncian las plazas vacantes para diferentes trayectos, la mayoría dentro del país, aunque también algunos con destino a España.
Existe también un servicio para compartir coche en trayectos dentro de la ciudad de Lisboa, que se ofrece a través de la página de internet mobcarsharing.pt.
Esos dos son los más conocidos en el país, aunque también funciona BlaBlaCar.pt y umcoche.com, este último con ofertas de viajes colectivos limitadas a ocho ciudades portuguesas.
En el Reino Unido, los servicios de taxi colectivo, como Uber, han sido recibidos con recelo por los taxistas tradicionales, mientras las autoridades se mantienen al margen de la disputa.
Los conductores de los típicos taxis negros, los únicos con taxímetro, han organizado protestas y amenazan con medidas legales al valorar que Uber viola la ley de alquiler de vehículos privados -que prohíbe que estos lleven taxímetro- al usar teléfonos inteligentes para calcular tarifas.
Transport for London, el organismo que supervisa el transporte público, ha declinado intervenir en la disputa al considerar que el uso de teléfonos con ese fin no es en sí ilegal y no puede equiparse al taxímetro.
BARCELONA.- La decisión de la Comisión Europea (CE) de no prohibir los servicios de transporte en vehículos compartidos por particulares, como Uber y BlaBlaCar, viene precedida de la polémica en Europa por la competencia desleal que, según las asociaciones de taxistas, representan para su gremio.
Estos servicios de transporte no profesional, que se implantan en distintas ciudades europeas y que ya han sido prohibidos, por ejemplo, en Bruselas, ponen en contacto a particulares y les ofrecen la posibilidad de compartir los gastos de viaje.
En Francia las tensiones entre los taxis tradicionales y los llamados “coches con chófer” (VTC) se acrecentaron en los últimos años y derivaron en una jornada de protesta de los primeros el pasado 10 de febrero con miles de vehículos que participaron en las llamadas “operaciones caracol”, que consisten en circular a velocidad de tortuga para causar atascos kilométricos.
La protesta era una respuesta a que el Consejo de Estado había suspendido cinco días antes un decreto que obligaba a los VTC a esperar 15 minutos entre la reserva efectuada por un cliente y el servicio.
A la vista de la creciente conflictividad que genera la convivencia de los dos tipos de servicios, el Gobierno francés encargó al diputado socialista Thomas Thévenoud un informe sobre la cuestión, presentado el 24 de abril, que servirá de base para elaborar de un proyecto de ley.
Los taxistas se quejan de que desde la irrupción de los VTC (desde 2009 se han registrado 10.000 en Francia) el precio de sus licencias se ha hundido. En concreto, los interesados dicen que ha bajado un 25 % a 190.000 euros de media en París.
Italia vive un momento de tregua después de que hace algunas semanas los taxistas convocaron una huelga que duró cinco días para protestar contra el servicio Uber, que actualmente está activo en Roma.
Los taxistas volvieron al trabajo después de que el Gobierno italiano se comprometiera a afrontar en los próximos días el problema de este servicio, que permite reservar cualquier chófer privado.
Además de los taxis, sólo están regulados en el país el Alquiler de Coches con Conductor (NCC, siglas en italiano), que también están obligados a pagar licencias, pero que según la ley 21/1992, a diferencia de los taxistas, pueden sólo salir desde un lugar fijo para recoger al cliente, pero no circular en espera de una llamada.
Otro sistema que tiene éxito en las principales ciudades italianas es el de “car sharing” (alquiler de coches), que consiste en poder alquilar coches distribuidos en varios puntos de la ciudad para después dejarlos en otros lugares y pagar los kilómetros realizados.
En Alemania existen numerosas páginas web y compañías que dan la posibilidad de compartir automóvil con otras personas con el fin de reducir costes.
Son los propietarios de los automóviles los encargados de establecer el precio del viaje con el resto de viajeros y en algunos casos la página web mediadora recibe una comisión cuyo montante depende del trayecto.
Este es el caso de “mitfahrgelegenheit.de”, el portal más popular en Alemania, que cuenta con más de 5 millones de usuarios que tienen acceso a alrededor de 900.000 ofertas de viaje, aunque también existen también otros como “mitfahrzentrale.de” o “blablacar.de”.
En Portugal, el servicio más conocido de “taxis alternativos” es el de la página web www.deboleia.com, una plataforma en la que se anuncian las plazas vacantes para diferentes trayectos, la mayoría dentro del país, aunque también algunos con destino a España.
Existe también un servicio para compartir coche en trayectos dentro de la ciudad de Lisboa, que se ofrece a través de la página de internet mobcarsharing.pt.
Esos dos son los más conocidos en el país, aunque también funciona BlaBlaCar.pt y umcoche.com, este último con ofertas de viajes colectivos limitadas a ocho ciudades portuguesas.
En el Reino Unido, los servicios de taxi colectivo, como Uber, han sido recibidos con recelo por los taxistas tradicionales, mientras las autoridades se mantienen al margen de la disputa.
Los conductores de los típicos taxis negros, los únicos con taxímetro, han organizado protestas y amenazan con medidas legales al valorar que Uber viola la ley de alquiler de vehículos privados -que prohíbe que estos lleven taxímetro- al usar teléfonos inteligentes para calcular tarifas.
Transport for London, el organismo que supervisa el transporte público, ha declinado intervenir en la disputa al considerar que el uso de teléfonos con ese fin no es en sí ilegal y no puede equiparse al taxímetro.
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