Los profesionales del sector alertan de la caída de ingresos y del despido de muchos asalariados si se mantiene esta medida
Caras largas y cajas semivacías. La primera jornada de la aplicación de un sistema de turnos en el sector del taxi en Santa Cruz de Tenerife tuvo un más que tibio resultado según los propietarios de licencias y asalariados. Solo unos pocos se pronunciaron a favor de una medida que, a modo de prueba y durante los dos próximos meses, divide los 1.086 vehículos de la capital en tres grupos (dos de 362 coches y uno de 360). Solo dos de ellos podrán operar por las mañanas de manera simultánea de lunes a sábado, mientras que el tercero lo hará por las tardes.
La propuesta de la Concejalía de Transportes del Ayuntamiento santacrucero para paliar la pérdida de ingresos del sector y el exceso de licencias en el municipio se topó ayer con el rechazo de la gran mayoría de los taxistas de la capital. Unos se quejaron por la poca flexibilidad que les concede un sistema que solo les permite trabajar durante 12 horas al día, varias de las cuales en unos horarios con escasa o inexistente demanda por parte de los usuarios de este transporte. Otros lamentaron el impacto inmediato que pueda ocasionar la aplicación de la medida en el gremio de asalariados, una vez que los taxis no pueden permanecer más de 12 horas en las calles en busca de pasajeros.
Según denunció Carlos Concepción, propietario de una licencia, el primer día del sistema de turnos se tradujo en que al menos 14 conductores asalariados perdieron su puesto de trabajo tan solo entre los vehículos habituales de la parada anexa al Mercado de Nuestra Señora de África. Otros taxistas elevaban esta cantidad a más de 300 en el conjunto del municipio en las próximas ocho semanas.
Los dueños de licencias coincidían ayer en recalcar que, si bien a duras penas conseguían beneficios entre dos personas con el anterior sistema de un día de parada obligatoria y jornadas de hasta 24 horas en la calle, ahora resulta imposible alcanzar los mismos ingresos en tan solo doce horas. “Antes era lo comido por lo servido con gastos como el autónomo o el gasoil pero ahora ya ni eso. El que tenía un chófer, casi seguro que tendrá que quitárselo”, aseguró Santiago Ramos, uno de los muchos taxistas que ayer prácticamente pasaron la noche en sus vehículos a la espera de clientes.
Otra de las quejas comunes en las charlas entre los colegas del sector aludía a los ingresos. Muchos confesaron que apenas alcanzaban los 30 euros de caja después de casi diez horas de trabajo. “El que llegue a esa cantidad puede darse por contento cuando antes lo normal oscilaba entre los 45 y los 55 euros”, aseguró Carlos Concepción, quien lamentó que, pese a llevar desde pasadas las 03:00 horas al volante, su primera carrera no llegó hasta cinco horas después. En su opinión, los turnos se reducen a no más de siete “reales”, por lo que resulta imposible sacar rédito económico a la jornada laboral.
Más tajante fue Jorge Hernández, quien vaticinó “la ruina” de muchos taxistas si el Ayuntamiento “se empeña” en mantener el sistema de turnos durante los dos meses pactados a finales del pasado verano entre las asociaciones del sector y el Ayuntamiento.
Los problemas, auguran algunos de los profesionales del sector, también llegarán a la cobertura del Puerto capitalino con la llegada de los cruceristas y otros viajeros, un servicio con muchos asiduos y que se concentra básicamente durante las horas de mañana.
Con todo este panorama, algunos taxistas ya pidieron ayer que el Ayuntamiento reduzca los dos meses de prueba previstos inicialmente por la Concejalía de Transportes de Carmen Delia González. Los más osados incluso amenazaron con incumplir el sistema de turnos si el nivel de ingresos no cambia en pocos días. “Tenemos que llevar dinero a casa. Si la semana que viene sigue la cosa igual y no hay una solución, yo saldré a la calle cuando pueda, al margen del horario que tenga asignado”, señaló Toni Galantini, otro propietario de licencia que manifestó que prefiere “pagar multas” a permanecer inmóvil.
A pesar del rechazo general al sistema de turnos, algunos taxistas, no obstante, subrayaron la necesidad de analizar durante más días su impacto. Jonathan Hernández aseguró que esta medida le permite trabajar cada día si lo considera oportuno. “Si un día me va mal, puedo alargar la semana y compensarlo con otros”, razonó.
En su opinión, el mejor método para resolver los problemas del sector pasaría por el rescate de todas las licencias sobrantes. Sin embargo, entre las dos alternativas planteadas por el Consistorio, prefiere el día de parada aunque con la introducción de ciertos cambios.
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