Compromiso y Experiencia

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sábado, 29 de octubre de 2011

Discurso de Julio Moreno en la Asamblea de ATA

Buenos días y muchas gracias por la invitación para poder participar en este foro que tiene como protagonistas a los autónomos.

Este es el lugar donde debe estar el taxi. Porque el taxi es autónomo en el más amplio sentido de la palabra, no sólo en Madrid sino en toda España, y así debe seguir siendo porque detrás de cada taxi está un autónomo. Por eso estamos aquí porque los taxistas somos autónomos.

Los autónomos del sector del taxi estamos muy preocupados, como ocurre con miles de autónomos de otros sectores.
La depresión económica que está atravesando nuestro país, junto con otros problemas añadidos como es el intrusismo, la evolución constante del transporte público colectivo y por supuesto una sobre explotación, (tanto en número de licencias de taxi como en trabajadores asalariados), nos está llevando a una situación que empieza a ser insostenible.

Debemos pensar que cuando un trabajador se queda en el paro, la situación no es agradable ni para este trabajador ni para su familia, pero no es comparable al autónomo, porque ese trabajador tiene unas prestaciones sociales que los autónomos no tenemos.

Cuando un autónomo tiene que cerrar un negocio, o malvenderlo, porque la situación es insostenible, esto pasa a ser un auténtico drama familiar.
El autónomo no sólo pierde el trabajo, sino que pierde su patrimonio, nuestros ahorros y nuestro esfuerzo. En la mayoría de los casos, nos encontramos completamente en la ruina, con muy pocas o ninguna ayuda por parte de las Administraciones.

En el sector del taxi, ha proliferado el intrusismo hasta el punto de que en los últimos años este incremento ha sido alarmante.

El número de vehículos particulares e incluso empresas que actúan de forma ilegal abarcando de forma ilegal nuestro mercado prestando un servicio de transporte público destinado al sector del taxi cada vez es mayor, especialmente en los lugares de mayor afluencia de viajeros, como son las estaciones de Ferrocarril, Aeropuertos y Hoteles de grandes ciudades.

El taxi necesita un compromiso y una actuación decidida de las distintas Administraciones (Local, Autonómica y Estatal) para erradicar de una vez por todas este tipo de actuaciones tan extendidas.

La realidad es otra. La Administración siempre utiliza buenas palabras, pero desgraciadamente quedan todas ellas en una declaración de intenciones que se traducen finalmente en papel mojado y nunca se materializan en realidades.
No debemos olvidar que solamente en Madrid contamos con un total de 15.708 licencias de auto-taxi y en España contamos con un total de 70.000 profesionales, y este tipo de prácticas irregulares, al margen de lo que establece la ley, no hacen sino causar un grave perjuicio económico en nuestras maltrechas economías.

La actual normativa de transportes crea una cierta confusión entre el servicio de taxi y el alquiler de vehículos con conductor.
Son servicios que se complementan y que no deberían entrar en conflicto, pero desgraciadamente, para el taxi no es así. Cada vez es más habitual encontrarse con problemas que son graves y muy lesivos para el sector del taxi.

Por esto, y por otros problemas añadidos, es necesario y urgente que se produzcan los cambios necesarios en la LOTT, el ROTT y la Orden FOM, que regula este tipo de transporte, para delimitar perfectamente la actividad de este tipo de vehículos, que deben ceñirse a realizar su actividad profesional en sus territorios donde disponen de autorización y no invadan los límites de otras Comunidades Autónomas, como está ocurriendo actualmente.

Los vehículos de arrendamiento con conductor deben ajustarse al servicio de gran lujo y prestaciones superiores, con el objeto de evitar esa confusión que puede existir entre taxi y VTCs. Ambos sectores han de estar perfectamente diferenciados e identificados.

Otro de los problemas que tiene el taxi, es la adecuación del número de licencias de taxi, en base a las necesidades de población.
En España tenemos actualmente un ratio de taxis por número de habitantes que supera ampliamente el resto de los países de la Unión Europea. Por poner un ejemplo, y ya que estamos en Madrid, vemos como en el APC hay 15.708 licencias de taxi, en relación a una población de 5.300.000 habitantes.
Fíjense en el Área Metropolitana de París, que cuenta con más de 10 millones de habitantes, tienen un total de 16.600 taxis, lo que demuestra claramente la desproporción existente.
Con esta sobre oferta de taxis, lo que se consigue es un exceso de horas de trabajo, inseguridad para los propios usuarios y pérdida total de la conciliación laboral y familiar de los autónomos. Esto no podemos seguir aceptándolo como algo habitual.

Debemos establecer criterios claros de adecuación en el número de licencias de taxi a las necesidades reales de la población, teniendo en cuenta la evolución del transporte público colectivo que poco a poco va limitando el servicio de taxi.
Se hace necesario también disminuir el número de licencias pactado con el propio sector y las distintas administraciones.
Por supuesto, también es prioritario ajustar la oferta a la demanda, ante la situación que estamos atravesando. No podemos mantener la misma oferta de taxis en las calles ni tampoco podemos seguir absorbiendo el paro de todas las comunidades contratando cada vez más conductores. Es constatable que un autónomo siempre cuidará mejor su negocio. Una total ‘asalarización’ de nuestro sector sería negativo, no sólo para los autónomos sino también para los usuarios.
El taxi, por tanto, debe seguir siendo autónomo.

Igualmente, sería necesario replantear las condiciones en que el taxi presta servicio, modificando la legislación en aquellos aspectos que resulten necesarios para que el taxi pueda por ejemplo sustituir a los autobuses en rutas deficitarias que pagamos todos los ciudadanos.

Del mismo modo, deberían autorizarse vehículos auto-taxi de 7 y 9 plazas, en aquellos lugares donde se demanden este tipo de vehículos.

El taxi puede ser un medio de transporte más eficaz y barato que otros transportes colectivos. Cuenta con gran capacidad de respuesta y una mayor flexibilidad para adaptarse a las necesidades de la demanda, siendo muy superior a otros medios de transporte.
Debe ser el gran aliado de las distintas Administraciones Públicas, con un claro y único objetivo: una mejor prestación de servicio a todos los ciudadanos y una disminución de costes.

Todos podemos observar diariamente el número de taxis circulando en vacío y esperando en las paradas habilitadas, las cuales ya son insuficientes, puesto que el número de taxis libres ha aumentado considerablemente y tal oferta no es capaz de ser absorbida por la decreciente demanda.



Además de resentirse la rentabilidad de la explotación, esta situación está suponiendo dificultades circulatorias, repercusiones medio ambientales negativas e incluso algunos problemas puntuales de disciplina de tráfico y orden público en las paradas.

Por todo lo anteriormente mencionado y con miras hacia un mejor futuro para el sector del taxi, creo que cuando se habla de reconversión o reestructuración podríamos hablar de 3 medidas fundamentales y prioritarias:

1) Racionalizando las condiciones de prestación de servicio. Esta medida sería a corto plazo. Es decir, adecuar la oferta a la demanda, regulando el número máximo de horas de prestación de servicio.
2) Aumentando la demanda de nuestros servicios, erradicando el intrusismo que estamos sufriendo.
3) Disminuyendo el número de licencias. Esta medida sería a medio y largo plazo.
La primera imagen que muchas veces tiene los turistas cuando llegan a nuestra ciudad es la del taxi y el taxista.

La pregunta que tendríamos que hacernos es la siguiente: ¿Queremos un taxi de calidad con una buena imagen de cara al exterior y un servicio de calidad con seguridad para los usuarios?

Si queremos este modelo de taxi debemos mantener el taxi autónomo. Si en cambio queremos un taxi sin ninguna calidad y con una total inseguridad para los usuarios y una pésima imagen en nuestras ciudades, como ocurre en alguna ciudad del mundo, entonces tendríamos que eliminar al autónomo y dejar al taxi en manos de las grandes flotas, que lo único que buscan es un mayor beneficio a cambio de la pérdida de calidad y seguridad en el servicio.



Por lo tanto, mangamos el taxi como hasta ahora en manos de los autónomos y mejoremos la calidad del servicio y no tanto la cantidad.

Si algo debe cambiar en el taxi, tenemos que asegurarnos de que cambia para mejor, puesto que ya se sabe, cambiar y mejorar no siempre son sinónimos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

UN DISCURSO DE LA REALIDAD QUE VIVIMOS Y PADECEMOS LOS TAXISTAS Y NUESTRAS FAMILIAS,ESPEREMOS QUE LE DEJEN TRABAJAR LOS DE SIEMPRE EL LADO OSCURO DEL TAXI,QUE RAPIDAMENTE SE HAN ENCARGADO DE LA ILUSION DE TENER UN PRESIDENTE NUEVO A INTOXICAR CREANDO NEBULOSAS SOBRE EL SECTOR SON EXPERTOS,AUTONOMO VAMOS A APOYAR AL SR.MORENO ES NUESTRA UNICA ESPERANZA.PENSAR LO QUE HEMOS PERDIDO EN NUSTRO PATRIMONIO DURANTE LOS AÑOA QUE NOS HAN DIRIGIDO LOS DEL LADO OSCURO,ES LO QUE ELLOS BUSCAN PARA ENTRAR A COMPRAR NUESTRA LICENCIAS BARATAS,MUEVETE Y EXPABILA.